No somos flojos
Padre Hugo Tagle @HugoTagle
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Padre Hugo Tagle
Una expresión muy chilena es la de “sacar la vuelta”. Me acordé de ella al leer un comentario de una directora de empresa americana con sede en Chile: “Debemos eliminar la creencia de que el chileno es flojo”, señala la entrevista.
Es célebre esa reputación entre pícaro, ladino y “sacador de vuelta” de los chilenos. Lo bueno es que sabemos reírnos de nuestros defectos y estamos conscientes de ellos. Un primer paso para corregirlos. Gabriela Mistral, nuestra Nobel, es dura a la hora de juzgar la falta de ethos y disciplina laboral chilenas. La poetisa les echaba la culpa a la dependencia del cobre y a políticas extractivas de las cuales Chile vivió hasta casi fines del siglo XX. Hoy, desafiados por economías abiertas al mundo, esa dependencia disminuyó, obligándonos, enhorabuena, a cranear nuevos caminos de desarrollo y creación de riqueza.
Dada la pandemia, se ha recurrido a los bonos como medida extraordinaria para paliar las dificultades que viven miles de chilenos. Pero es bueno recordar que será el trabajo, la creación de empleo, el mejor de los bonos. Por lo demás, es lo que la inmensa mayoría de los chilenos desea: volver a trabajar.
La creación de empleo no es tarea fácil. Hay que facilitarlo. El mejor antídoto contra toda suerte de males sociales será el trabajo: combate la depresión, abandono, tristeza, sentimiento de inutilidad. Es camino de dignificación, alimenta el sentimiento de valoración e inclusión. Habrá que preguntarse por los incentivos, el buen trato, el grado de coparticipación en las ganancias, como caminos para mejorar el ánimo y esfuerzo invertidos.
Los cristianos tenemos una especial obligación de crearlo. El trabajo no es un “mal necesario”, sino camino de realización. El creyente ve en él una participación en la acción creadora de Dios. De ahí que éste sea santo y santificador. Se debe recuperar su sentido: ser un espacio de sociabilidad, realización personal, alegría, amistad. Un verdadero segundo hogar.
Sobre el 80% de los empleos en Chile son fruto de buenas ideas, ánimo y tesón, plasmadas en empresas. La mayoría de los constituyentes viene del mundo del trabajo; de saber “ganar el pan con el sudor de su frente”. Por lo que debieran hablar desde la experiencia y sintonizar con esa mayoría de chilenos trabajadores, esforzados y honrados.
El Covid plantea grandes desafíos al mundo laboral. Tras la peste, seguro valoraremos más lo que el trabajo significa: fuente de crecimiento, desarrollo personal y social. Quien vive su trabajo en esa dimensión, se sorprenderá de lo que puede dar.